En el mundo de las finanzas hay muchas formas de encontrar recursos para emprender o multiplicar el dinero, ya sea a través de préstamos personales, créditos, apalancamiento, entre otros. Entre las distintas formas destacan las inversiones, que es el uso de un excedente de capital y empelarlos en algún tipo de actividad económica o negocio, con el objetivo de incrementarlo o también en la adquisición de bienes de alto valor, en lugar de aferrarse al dinero “líquido”.
Existen una gran variedad de inversiones, que se dividen según el objetivo de la inversión, por su función dentro de una empresa y el sujeto quien la realiza pero a grandes rasgos se dividen en dos grupos:
- Inversiones temporales: Son aquellas hechas transitoriamente, con la finalidad de seguir produciendo ingresos excedentes de recursos durante un período no superior a un año, o al ciclo normal de operaciones de la empresa. Son documentos a corto plazo, valores negociables de deuda y de capital adquiridos con efectivos que no se necesita por el momento. Para clasificar las inversiones como temporales éstas deben tener la posibilidad de realizarse rápidamente y deben ser totalmente negociables para que se pueda vender con facilidad en el momento en que se necesite convertir el valor en efectivo.
Asimismo, las inversiones temporales deben estar destinadas para convertirse en efectivo cuando se necesite, ya sea en el periodo de un año o al finalizar un ciclo de operaciones, normalmente el que sea más largo. Estos tipos de inversiones suelen ser muy seguras, pero por consiguiente tienen una tasa de rendimiento bastante baja
- Inversiones a largo plazo: Se hacen por un período superior al año, sin esperar una retribución inmediata o dinero rápido y manteniendo su propietario durante dicho período. El objetivo principal es el de aumentar la utilidad de los valores por medio de dividendos o intereses o viéndose beneficiados de la subida de las tendencias de los precios en los mercados bursátiles y su análisis. Para considerarse una inversión a largo plazo, es necesario que ocurran factores que indiquen que la empresa tiene la intención de mantenerse como propietarias de tal inversión, por un período superior a un año o a su ciclo normal de operaciones.
En actualidad la mejor opción para invertir a largo plazo es la bolsa de valores. Se puede obtener una buena rentabilidad, solo hay que analizar los mercados bursátiles y llegar a la conclusión de cuáles son las apuestas más seguras de inversión.
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