Mucho se habla sobre fundar empresas e incitar a las personas a emprender, sin embargo muy poco se habla de todo el proceso y trabajo estratégico que significa mantener a estas empresas a flote en primer lugar.
La verdad sea dicha, al momento de revisar el historial de todas las que son conocidas como grandes empresas alrededor del mundo podemos ver que así como grandes imperios se levantan de la nada otros que parecieran tener absolutamente todo resuelto caen en la ruina y desaparecen de un día para el otro.
Sin embargo, aunque en general el hermetismo de las propias empresas sobre su información delicada es lo que propicia esta percepción de que estos procesos se producen de manera violenta y espontánea, lo cierto es que muy rara vez (si dejamos fuera los casos que tienen que ver con malversación u otros fallos administrativos) este tipo de procesos se dan rápidamente.
Para cualquier nuevo emprendedor la clave para mantener a flote su negocio será la oportuna toma de decisiones y el correcto sopesar entre las ventajas en contraste con los riesgos y costos; herramientas tan simples como recurrir a un simulador de minicréditos antes de proceder a pedir ese ansiado financiamiento alcanzan para dar un firme primer paso en la dirección adecuada para cada caso. Sin embargo mantener un negocio como algo rentable o sustentable no necesariamente significa que este mismo sea realmente exitoso, sino que esto último dependerá exclusivamente de los números con los que la empresa se maneje.
Hoy en día el perenne cambio se ha convertido en la característica que define a esta generación, y ha sido esta tendencia la que ha también revolucionado la manera en la que se mueven los mercados globales. Es justamente esto lo que ha convertido el campo del comercio (y por ende el de la mayoría de los emprendimientos) en un verdadero campo de batalla en el que muchísimas empresas compiten siempre por la atención y la preferencia de los usuarios.
Esta batalla campal se ha venido llevando, cada vez con mayor énfasis en el campo de lo virtual, ya que es en las redes donde se hacen los mayores despliegues tácticos de captación de clientela, relegando a aquellos que fallen en entender estas tendencias a un segundo y hasta tercer plano donde los panoramas son muy desoladores como para mantener la rentabilidad. Es por esto que mantener un negocio y volverlo algo exitoso dependerá, en una enorme medida de la educación financiera de los propietarios.
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